Una alimentación saludable no es sinónimo de solo comer verde, privarse de ciertos gustos y eliminar alimentos de tu dieta. Tener una alimentación saludable significa elegir elementos que aporten todos los nutrientes y la energía vital que cada persona necesita para mantenerse sana.
Cuáles son las características que debe tener una alimentación saludable:
Completa: debe contener todos los macronutrientes y micronutrientes (proteína, grasa, carbohidratos, vitaminas y minerales), agua y fibra.
Equilibrada: debe incluir cantidades adecuadas de los grupos de alimentos, los cuales al ser combinados aportan la proporción de nutrientes para promover el crecimiento y/o mantenimiento de la salud.
Suficiente: para cubrir las necesidades de energía y nutrientes en todas las etapas de la vida.
Adecuada: ajustada a los gustos, condiciones de salud, tradiciones gastronómicas, entre otras.
Inocua: segura y apta para el consumo, libre de sustancias contaminantes que puedan afectar la salud.
Para lograr distribuirlas de manera adecuada es muy importante incluir todo tipo de alimentos en nuestra rutina y así obtener los nutrientes esenciales para el buen funcionamiento de nuestro metabolismo. La variedad es muy amplia y hay muchas maneras de hacerlo:
Cereales, raíces, tubérculos, plátanos y derivados: de estos alimentos se obtiene la mayor cantidad de energía que utiliza el organismo para realizar todas sus funciones tales como: respirar, realizar movimientos, crecer y reparar tejidos.
Frutas y verduras: brindan nutrientes que regulan el buen funcionamiento del cuerpo como las vitaminas, minerales, agua, fibra y antioxidantes. Se recomienda consumir por lo menos 5 porciones diarias.
Carnes, pescado, huevos y leguminosas: Se encuentran en el mismo grupo porque tienen un alto contenido de proteína y son esenciales para el fortalecimiento.
Leches y derivados lácteos: aportan elementos esenciales como proteínas, vitaminas y minerales. Este grupo representa la mayor fuente de calcio, nutriente necesario para la formación y mantenimiento de huesos y dientes.
Grasas: son fundamentales en la absorción de vitaminas esenciales para el cuerpo (A, D, E y K) y constituyen una importante fuente de energía.
Azúcares: constituyen básicamente una fuente de energía de rápida utilización; por lo tanto se recomienda moderar su consumo.
Tips para controlar las porciones:
· Definir horarios para las comidas y cumplirlos. Saltarse las comidas o dejar pasar mucho tiempo entre ellas, nos hará comer más de lo que se debe la próxima vez.
· Utilizar platos, tazones y vasos más pequeños. Tener la sensación de ver el plato lleno, hace que veas más cantidad, mientras en realidad estás consumiendo menor cantidad.
· Compra productos en empaques individuales. Al comprar en cantidades grandes, lo recomendable es dividirlas para no tener la tentación de comer demasiado.
· No comer de más. Cuando estés satisfecho deja de comer y disfruta del ambiente, la conversación y la familia o amigos durante el resto de la comida.
· Comer conscientemente. Evitar comer mientras realizas otras actividades. Es muy importante poner atención a lo que comemos, disfrutar su sabor y aroma.