El viaje de la vida sostenible y del cuidado de la tierra es un viaje a tu interior y de descubrimiento. Es ir aprendiendo todos los días, un camino que cambia, que se transforma mientras aprendemos juntos como sociedad. Lo que algún día fue creado con la intención de ser una solución hoy lo enfrentamos como un reto. Es solo mirar hacia atrás y ver todas las cosas que antes se hacían y hoy nos parecen sacadas de un mundo lejano.
En mi propio camino en la búsqueda de una vida con menos impacto en el planeta, una vida en armonía con la naturaleza, he cambiado muchas veces de opinión. También he replanteado algunos hábitos y he hecho muchos cambios. Siempre los cambios traen un poco de resistencia al principio, pero una vez hacen parte de la rutina, se empieza a sentir la vida más liviana.
Para hacerte la exploración más fácil, te voy a contar algunos hábitos que han transformado mi vida y la manera en cómo me relaciono con el mundo. Espero que te inspiren y empieces a hacer cambios tú también.
VUELVE A LO LOCAL:
El hábito de comprar local funciona para todo: desde la ropa que usamos hasta los alimentos que probamos. También ayuda a reducir la huella de carbono en comparación con los productos que vienen de lejos, al utilizar menos combustible para llegar a ti.
Sal al mercado campesino que hacen por tu barrio los fines de semana. Cuando tienes la oportunidad de conocer quién está detrás de los productos que eliges, te conectas más con lo que estás comprando. Seguro vas a encontrar unas joyas, ¡anímate!
DESPERDICIA MENOS:
Recuerda que todo lo que se produce necesitó recursos naturales en cada una de sus etapas. Cuando algo se desperdicia, se está desperdiciando entonces toda el agua, la energía, los recursos, el tiempo y todo lo que hay detrás de algo. Antes de desechar, prefiere reusar, regalar, reparar y reciclar.
En el mundo en el que vivimos, se desperdicia más de un tercio del alimento que se produce. También hay tiraderos de ropa de los que nadie se quiere hacer responsable. Ni se diga de los vertederos de basura donde se acumulan a diario los desechos que vamos haciendo. Con un poco más de conciencia, puedes tener más responsabilidad por los residuos que generas
SEGUNDA VIDA:
Pide prestado, intercambia o compra usado
Antes de comprar algo nuevo que necesitemos, podemos contemplar otras opciones que van a ayudar a extender la vida de objetos que han hecho felices a otros. La próxima vez que vayas a comprar algo, pregúntate si:
¿Se lo podría pedir prestado a alguien?
Aquí caben las herramientas, se calcula que un taladro tiene un uso promedio de 17 segundos. También la ropa para ocasiones especiales, que terminan siendo prendas que usamos muy poco. Pedirle prestado a nuestros familiares, vecinos y amigos será siempre una opción confiable.
¿Es algo que podría comprar de segunda?
Hay opciones de muebles, ropa, electrodomésticos, que están en perfecto estado pero por alguna razón están en venta. Así puedes ahorrar dinero y recursos del planeta.
¿Puedo hacer un intercambio?
Esta es una de mis opciones favoritas, lo puedes hacer con libros, semillas, plantas, ropa y todo lo que se te ocurra.
Recuerda que este camino es un descubrir, anímate a empezar tu propio viaje: explorar ideas y nuevas costumbres. El camino de cada uno será diferente, busca cambiar los hábitos que más se conecten con tus pasiones. Comparte con quienes tienes cerca, ve creando comunidad.
Es un viaje maravilloso y muy gratificante, cada vez somos más.