¿Alguna vez has escuchado sobre la alimentación holística? Los seres humanos se nutren no solamente de comida, sino también de actividad física, espiritualidad y de relaciones interpersonales con la pareja, amigos y familiares.
Dependiendo de cómo se cultiven las relaciones con los demás las personas podrán sentirse nutridas o desnutridas, ligeras o pesadas. Por esta razón te brindamos 10 tips para que mejores tus relaciones con los demás.
1. Cada quien hace lo mejor que puede
Existen tantos niveles de conciencia en la humanidad como seres humanos. Esto quiere decir que la gente no hace las cosas por herir a los demás, sino que se comportan de acuerdo con su nivel de conciencia.
Cuando se asume que los demás deben pensar igual, se cae en el error de juzgar al otro o se comienza a generar cierto rencor porque la otra persona “hubiese podido obrar de otra manera”.
Para mejorar la relación con los demás es sano evitar los juicios y vivir con menos rencor. Esto se logra cuando las personas se ponen en los zapatos del otro para verla con compasión.
2. No tomes nada personal
¿Has escuchado decir que lo que Juan dice de Pedro, habla más de Juan que de Pedro? Sufres por lo que las otras personas puedan pensar o decir de ti. Además sufres en tus relaciones interpersonales porque te tomas a pecho la forma como te tratan y lo cierto es que las personas dan de lo que llevan dentro.
Alguien que vive en constante autocrítica va a criticar al resto. Quien trabaja en ser compasivo consigo mismo, entregará esa compasión al mundo. El autoreflejo de cómo te tratas es la forma como actúas con los demás. Cuando alguien te insulta, realmente no está diciendo nada de ti, sino que está reflejando el odio, la ira y la intolerancia que lleva en su interior.
3. No controles los asuntos de otros
Para tener paz en tus relaciones con los demás: ¡suelta el control! Existen tres tipos de asuntos: los de los otros, los de la Divinidad y los propios.
Si una persona quiere dejar de tomar alcohol, es algo que no está en tus asuntos. Tampoco lo está si tú vas a morir hoy o en 50 años porque este es un tema del azar o de la Divinidad. Sin embargo, decidir qué almorzar sí es algo que puedes controlar porque es algo que te compete solamente a ti.
Cuando sufras por algo pregúntate: ¿A quién le corresponden estos asuntos?
4. No trates de cambiar al otro, acéptalo tal como es
No esperes que los demás cambien para que seas feliz, mejor ¡cambia tú y el mundo cambiará! Asumir la vida con madurez espiritual es hacerte cargo de tu felicidad aunque los otros no cambien, es decir, deja de culpar al resto por lo que hacen y hazte cargo de ti. Seguir esta recomendación le traerá bienestar a tus relaciones con los demás.
5. Si hay toxicidad en las relaciones, la depuración la haces tú
Muchas veces se culpan a los otros por la toxicidad de las relaciones, pero para que haya de verdad una relación tóxica, siempre se necesitan dos. Como diría Shakira “Siempre supe que es mejor, cuando hay que hablar de dos, empezar por uno mismo”.
Revisa qué creencias, ideas o patrones limitantes hay en ti y que puedan estar alimentando patrones de toxicidad, por ejemplo, cuando te dejas manipular. Recuerda que todas las personas tienen el poder de cortar la energía que ya no se necesita en la vida. ¡Ponle fin a esas relaciones que no te generan bienestar!
6. Observa si estás drenando la energía de las personas con tus queja
Las personas actúan de forma egoísta y creen que los demás están siempre presentes para escuchar todas las quejas. Observa tus conversaciones y evalúa cuánto estás gastando en quejarte. Pero si eres el receptor de esas quejas, pon un límite para que no drenen tu energía. Esta es una clave para que coseches buenas relaciones con los demás.
7. Ofrece y entrega espacios de vulnerabilidad libres de juicios
Los seres humanos quieren ser escuchados sin juicios mientras se les escucha. A veces se carga con muchas culpas y una de las cosas más liberadoras es verbalizar con alguien lo que no se ha podido perdonar.
Esfuérzate por ser esa persona que escucha y no aquella que interrumpe para criticar. Muéstrate vulnerable para hablar con el corazón, seguramente mejorarán tus relaciones personales.
8. ¿En un conflicto reaccionas desde el ego o respondes desde el alma?
“Si alguien en la calle me dice ¡bruta! y yo respondo de forma inmediata ¡bruta su mamá! Ahí estoy reaccionando porque no hay pausa y no hay reflexión”.
Esta respuesta es una reacción automática que seguramente viene desde el mismo nivel de conciencia de la persona que emitió el primer insulto. Cuando se evoluciona espiritualmente se pasa del nivel de conciencia del conflicto para responder en vez de reaccionar. Una clave para tener buenas relaciones con los demás es tomarse un tiempo a solas, guardar silencio, esperar que baje la emocionalidad para luego hablar desde la calma.
Recuerda que los conflictos se generan porque se actúa desde el miedo y para resolverlos hay que responder desde el amor, la compasión y la transparencia.
9. ¿Prefieres tener la razón o estar en paz?
Cuando actúas guiado por el ego te enfrascas en discusiones desgastantes e hirientes, pero llega el momento en que tu alma pide no seguir desperdiciando la energía en debates donde solo quieres tener la razón.
¿La discusión en la que te enfrascas te está quitando tu paz? ¿De qué manera puedes desconectarte? ¿Entregando nobleza o poniendo límites? Ten en cuenta que en las relaciones interpersonales falta sólo lo que tú no has dado y muchas veces es amor, humildad, compasión y perdón.
10. No te conviertas en la víctima ni en el salvador
El rol de víctima responsabiliza a los demás de las desgracias y el salvador carga con las responsabilidades del otro para salvarle su vida, pero no le corresponde hacerlo.
El riesgo de vivir desde el salvador es no reconocer el poder personal a quien intentas ayudar y es muy probable que llegue un momento en el que te sientas cargado o drenado por estar llevando más peso sobre tu espalda del que te corresponde.
Sobre las relaciones interpersonales se podría escribir un libro entero, pero puedes aplicar estos 10 tips para que construyas relaciones desde el amor y no desde el miedo; desde la aceptación y no desde el juicio, desde la abundancia y no desde la carencia.