Cada vez somos más queriendo vivir en armonía con la naturaleza y la vida que nos rodea. Esta es la búsqueda de una vida con menos impacto, tratando de hacer del planeta un lugar mejor. Una forma de empezar es revisar nuestro impacto individual: cuál es la huella que estamos dejando en el planeta, para así encontrar cómo mejorarla.
La huella de carbono es una medición de la cantidad de emisiones que generan los productos que usamos y los hábitos que tenemos, conocerla nos puede inspirar a buscar ser neutros en carbono, es decir que nuestro impacto esté en balance con las acciones que tomamos para regenerar el planeta.
Hay cambios que podemos hacer desde casa, que pueden ser un buen inicio para seguir aprendiendo y andando este camino. Cuando empezamos en casa también podemos inspirar a nuestra familia y amigos; y así hacer de nuestro compromiso individual un logro colectivo. Los cambios generales que podemos hacer es revisar los siguientes hábitos:
ALIMENTACIÓN:
Consume alimentos variados para aportar a la diversidad en los cultivos y ayudar a que se sigan cultivando alimentos ancestrales. Prefiere productos de temporada que están siendo cultivados cerca de ti. Escoger una dieta rica en plantas es también una oportunidad para nutrirnos de manera más saludable y con menor impacto a nivel de huella de carbono.
Otra forma de reducir la huella de carbono en relación con nuestros alimentos es cuidando el desperdicio. En el mundo se desperdicia más de 1/3 de todo lo que se produce. Esto hace que toda el agua, la energía, el transporte, la tierra, el trabajo y todo lo que hay detrás de nuestra comida, se desperdicie. Ponte el reto de cocinar con lo que tengas en la nevera, ensaya recetas nuevas y recuerda que en la cocina la creatividad es una gran aliada.
CONSUMO CONSCIENTE:
Todo lo que producimos necesita energía, transporte, tecnología y empaques. Para reducir nuestra emisiones también debemos reducir nuestro consumo, entendiendo cuáles son las cosas que estamos comprando por necesidad o porque realmente están aportando a nuestra calidad de vida; en comparación con las que hacemos por impulso.
También podemos preferir apoyar a marcas que están haciendo cambios importantes para reducir su impacto, demostrando que el compromiso con el planeta es importante a la hora de decidir qué comprar.
SOLUCIONES NATURALES:
Cuando tengas la oportunidad visita reservas naturales, esto asegura que puedan seguir haciendo su trabajo de cuidar la casa común mientras gozas de la magia de la naturaleza. Aquí las mejores soluciones para combatir el cambio climático son soluciones naturales donde se regeneren ecosistemas que capturan carbono, como manglares, bosques o praderas marinas entre muchos más.
Si quieres hacer cambios que se ajusten más a tu estilo de vida, puedes medir tu impacto usando una calculadora de huella de carbono. Esto te va a dar una muestra de en qué áreas de tu vida estás generando más impacto. Además de reducir tus emisiones, también puedes compensar.
Destina un porcentaje de tu dinero en proyectos que estén cuidando la tierra, regenerando y conservando. Es algo que podemos hacer con constancia y así potenciar el compromiso de otras organizaciones, alcanzando metas que de forma individual no podríamos.
La decisión de cuidar el planeta nos ayuda a vivir en armonía. Nos lleva a conectarnos más con nuestra verdadera esencia, nos enseña una vida más simple y conectada con el momento presente.
Anímate a contagiar a quienes tienes cerca para que seamos cada vez más andando este camino.